José Pepe Mujica

En mi vida más de una vez anduvo la Parca rondando el catre, pero me siguió pastoreando (…) Esta vez me parece que viene con la guadaña en ristre y veremos lo que pasa.

Por lo demás, estoy agradecido, y al fin y al cabo, que me quiten lo bailado.

José Mujica inició su vida de militancia política como un joven «anarco» a los 14 años, y desde entonces ha recorrido un camino largo y difícil, transitando siempre por la senda de la dignidad. Pepe conoció la gloria del reconocimiento de las masas populares cuando, como joven tupamaro, empuñó las armas para defender el sueño de justicia de muchos compatriotas uruguayos; conoció también el dolor y la terrible experiencia de trece años de cárcel. Entre 2010 y 2015, alcanzó la presidencia de la República Oriental del Uruguay.

Fuga de la carcel

El trabajoso corredor atravesó tres pisos de la prisión y una calle para desembocar en la casa de una señora con la que algunos incluso compartieron un té. Entre los fugados estaban cuatro dirigentes históricos de la organización guerrillera: el expresidente José «Pepe» MujicaEleuterio Fernández Huidobro, quien sería su ministro de Defensa, Jorge Amílcar Manera Lluberas, un ingeniero civil que resultó clave a la hora de planificar y llevar a cabo el escape, y Raúl «El Bebe» Sendic

«La vida humana no puede equivaler -como dicta el capitalismo- a trabajar, pagar facturas y acumular deuda»

Estamos entrando en una época de cambios fenomenal y hasta ahora el capital era una cosa importantísima en el desarrollo de los países. Pero de aquí en más, la capacidad de inteligencia en una sociedad empieza a ser un factor decisivo.

Los latinoamericanos necesitamos meter una fortuna en los que están naciendo, en la cabeza, para que estén a la altura del tiempo que se viene. Porque el mundo se va a ir dividiendo en, como dice Harari, los irrelevantes y los dueños del conocimiento del otro lado. Si nos quedamos de brazos cruzados no vamos a servir ni para que nos exploten. Porque no nos precisan.

¿Por qué? Porque esta es la revolución tecnológica. Los economistas dicen: cada vez que ha habido un avance tecnológico aparecen nuevas fuentes de trabajos, pero ahora apareció un fenómeno diferente, que va al tejido nervioso. Esto es una revolución de otra categoría.

La agricultura del futuro va a ser unos palos robotizados que van haciendo agujeros y ponen la semilla con fertilizante y todo lo demás. No hay tractores ni nada de lo que conocemos… ni gente.

Entonces se necesita una sociedad muy inteligente, muy capacitada. Y la plutocracia tendrá que entender que ciertas maquinas van a tener que pagar para mantenerla. Para mantener a la gente. Porque la gente va a vivir más y va a trabajar menos. Y puede ser maravilloso para la especie humana, si los robots trabajan para el confort de la humanidad.

¿Quién dijo que el hombre era un animal trabajador? Aprendió a trabajar por necesidad.

Lo poco que se de los pueblos primitivos, trabajaron lo menos que podían. Dos horas. Aprendió por la necesidad.

Es irracional creer que el hombre es trabajador.

Pero es jodón. Le gusta divertirse, le gusta tener distracciones, cultura, todo lo demás. Eso sí, hasta los primitivos ya pintaban, ponían la mano. Bueno, sería maravilloso que las maquinas mantengan a los hombres.

Pero a ver, hay que estar a la altura de esa civilización.

¿Y que nos está pasando? Que la tecnología avanzo mucho más en valores que nosotros y entonces esta humanidad se empieza a parecer como un mono, un gorila con una ametralladora.

El teléfono no tiene la culpa, es maravilloso. Un muchacho anda con una universidad en el bolsillo. Pero como el muchacho no está a la altura de la tecnología lo usa para cualquier inmundicia.

Entonces la culpa no es de la tecnología, es que como seres humanos no hemos evolucionado tanto como evoluciono la tecnología. Por eso hay que pelear por automejorar la calidad humana. Eso se llama cultura, conocimiento y ejemplo.

No me quiten la utopía

¿Qué será del ser humano en una sociedad cada vez más tecnologizada? El expresidente de Uruguay, Pepe Mujica, expone su visión de un futuro en el que los robots y la inteligencia artificial pueden mejorar la calidad de vida de los humanos, quitándoles parte del peso que significa trabajar. Pero Mujica también advierte: Para lograr esto, nuestra sociedad se tiene que espabilar y ser más inteligente «si no, no vamos a servir ni para que nos exploten».

VW Beetle 1987